La proactividad es una de las cualidades más valiosas de cualquier trabajador. Ser proactivo significa no esperar a que las cosas surjan para reaccionar a ellas (a lo que se denomina ser reactivo). La persona proactiva busca constantemente oportunidades, crea situaciones y tiene iniciativas nuevas siempre fijadas en sus objetivos; incluso reaccionando a lo que pasa dejando de lado su parte emocional para seguir con el enfoque en lo que quiere conseguir. Todos tenemos dentro una parte proactiva y otra reactiva; por lo que ofrecemos algunos ejemplos para saber cómo reaccionar de manera proactiva, como dar la vuelta a situaciones cotidianas, gracias al blog Desarrollo Personal:
- ¿Cómo destacar en el mercado? – En proactivo: ¿Cuáles son mis objetivos como trabajador o empresario? ¿Qué haré para conseguirlos?
- ¿Cuánto dinero ganaré con esto? – En proactivo: ¿Cuánto dinero quiero ganar y qué debo hacer para conseguirlo?
- Estoy harto/cansado. – En proactivo: ¿Qué puedo hacer para estar más animado y motivado?
- Eso no se me da. Nunca se me ha dado bien. – En proactivo: ¿Cómo puedo aprender a hacer la tarea que se me está pidiendo y que me resulte más fácil?
- No hago ejercicio. No tengo tiempo. – En proactivo: ¿Qué puedo hacer para sacar tiempo para hacer ejercicio?
- No puedo hacer nada con ese tema. – En proactivo: Vamos a ver cuáles son las opciones
- Ya veremos. Voy a intentarlo. – En proactivo: Me pongo a ello
La clave de la proactividad es actuar al margen de cómo nos afectan las situaciones. Cuando a nuestro alrededor hay acontecimientos que no esperamos podemos pararnos a dejarnos llevar por lo que sentimos en ese momento o actuar y cambiar la situación para que vuelva al rumbo que estamos buscando. Sólo de esta última manera podremos solucionar las situaciones inesperadas de la manera más rápida y práctica posible.
¿Y qué hago con mi parte reactiva?
Todos contamos con una parte reactiva que no podemos someter constantemente. Tampoco sería bueno. El truco para dejarla actuar de vez en cuando es encargarla solamente de las tareas menos importantes: ordenar la bandeja de entrada del correo electrónico, clasificar papeles y otras tareas que puedan se susceptibles de automatizarse.
¿Podrías distinguir situaciones laborales en las que hayas reaccionado de manera reactiva o proactiva? ¿Cómo influyeron en tu puesto de trabajo?
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