Llevamos ya recorridos 13 meses desde que el COVID y todas sus medidas sanitarias llegaron a nuestra vidas. Esto ha provocado un panorama de incertidumbre laboral como pocas veces habíamos conocido en España, en especial, en tan poco espacio de tiempo. Disminución de la demanda de empleo, despidos, procesos de regulación temporal de empleo, desempleo alargado en el tiempo y con un horizonte complicado. Todas estas situaciones pueden provocar un estado de ansiedad y estrés que es necesario aprender a gestionarlo.
Aunque se haya convertido en un término negativo, lo cierto es que un pequeño grado de ansiedad no es en sí misma algo malo para la salud, de hecho es algo positivo. Según la SEMI (Sociedad Española de Medicina Interna), “la ansiedad es un mecanismo adaptativo que nos permite estar alerta ante sucesos comprometidos” .El problema aparece cuando el nivel de ansiedad aumenta hasta cotas que nos resultan incontrolables, afectándonos de forma directa al trabajo y a nuestra vida personal.
Según la OMS, más de 260 millones de personas sufren trastornos de ansiedad en todo el mundo, y se estima que, junto con la depresión, supone pérdidas millonarias en productividad cada año para las empresas. De hecho, la ansiedad en el trabajo fue declarada la primera causa de baja laboral en España durante el pasado 2020.
¿Por qué puede aparecer?
Pese a que la ansiedad laboral se expresa de manera diferente en cada persona podemos extraer y señalar algunos síntomas comunes
- Desear realizar tu trabajo de forma más efectiva pero no cuentas con los recursos necesarios
- No te gusta el entorno de trabajo que tienes
- No tienes empleo o tu salario es mal pagado
- No te agrada el lugar/empresa/sector en la que estás trabajando
- Te sientes atrapado en el mismo trabajo
- Careces de las habilidades o los conocimientos necesarios para llevar a cabo tu trabajo de manera eficaz
- Un puesto de trabajo nuevo puede crearte ansiedad porque te sientes obligado a demostrar unas expectativas
Consejos para afrontar y manejar la ansiedad
1 IDENTIFICAR EL ORÍGEN
Un ejercicio muy útil es la de escribir todo aquello que te preocupe. Si logras localizar y diferenciar aquello que te genera la ansiedad podrás platearte la mejor solución. Esta metodología viene muy bien, en especial, para aquellas personas que les cuesta demostrar sus emociones.
Tras un tiempo, saca la lista que redactaste y reléela nuevamente intentando comprender y descifrar tu situación. Ello te permitirá ver si puedes o no adaptarte. Mientras que algunos problemas laborales pueden manejarse otros no lo son tanto, sobre todo cuando vienen provocados por aspectos externos que no dependen directamente de nosotros.
2 ORGANIZA TU TRABAJO CENTRÁNDOTE EN TU RUTINA
Dedica quinces minutos al principio del día para establecer el orden de las tareas a realizar en el día, intercalando tareas complicadas con aquellas más sencillas, incluyendo descansos. Cuando finalices una tarea recompénsate. Enfocarte en una rutina te ayudará a aparcar los pensamientos en bucle e ir asumiendo que no puedes tener el control de todo, sobre todo en las situaciones imprevisibles.
3 HAZ EJERCICIO DENTRO DE TU RUTINA
Treinta o sesenta minutos de ejercicio diario pueden ayudarte a aclarar tu mente. La práctica de ejercicio físico produce a largo plazo un incremento de los niveles de noradrenalina, implicada en la respuesta del organismo al estrés, y de serotonina. El aumento de los niveles de serotonina a nivel cerebral puede contribuir a mejorar nuestro estado de ánimo y a reducir la ansiedad.
4. ASUME LOS MOMENTOS DE TRISTEZA Y ENFADO
La resiliencia es un proceso o habilidad que adquiere el organismo, mediante el cual moldea los circuitos neuronales y las respuestas biológicas de nuestro cuerpo. Esto nos permite aprender a lidiar con los retos que impone un medio ambiente constantemente cambiante. Si logras aumentar tu capacidad de resiliencia lograrás aceptar las fases normales de enfado, contradicción e incluso ira de manera saludable y positiva. Estas fases son algo normal en el control de las emociones.
5. ESTABLECE Y CÉNTRATE EN TIS PROPIAS METAS
Estable ciertas metas realistas en tu trabajo. El entusiasmo por conseguirlas potenciará tu concentración e ilusión por un futuro mejor.
Si la ansiedad laboral tiene impacto en tu salud física o si tienes inquietudes relacionadas con tu salud mental, consulta siempre a tu médico o busca el tratamiento adecuado de un médico de salud del comportamiento calificado.
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