Estamos zambullidos en el verano. Con los dos pies ya en la piscina o la arena de la playa, haciendo maletas para perdernos en destinos exóticos o, si el presupuesto no da para mucho, para irnos al pueblo (o de acampada); y ponernos el uniforme de la época estival que, en muchos casos, viene siendo el que nos ponemos en casa los domingos o días festivos, también mal llamado “ropa para estar en casa”.
Si lo anteriormente descrito te suena a algo lejano, casi como un sueño o un cuento chino y en tu futuro inmediato la rutina consistirá en navegar cada mañana, después del café, en tus redes sociales, web especializadas… o poner en el buscador “nuevas ofertas de trabajo”, te queremos decir ¡no te desanimes! Puede ser un gran verano si tu meta inmediata es encontrar un trabajo.
Si eres mayor de veinticinco años recordarás que los trabajos de verano solían ser para estudiantes que, durante sus vacaciones, aprovechaban para sacar algo de dinero trabajando en el chiringuito de la playa, en una discoteca recogiendo vasos, en los campamentos de verano al cuidado de niños, de camarero en una terraza o en el supermercado del barrio como reponedor o repartidor de compra a domicilio; y si eras afortunado, en una playa al cobro de las hamacas o de socorrista en una piscina… Todo aderezado con treinta grados a la sombra. Para los menores de veinticinco años, sólo decirles que esto no es un cuento chino, existió y no hace mucho tiempo. Existió una época en este país en la que estos puestos de trabajo, sobre todo en el sector servicios, no los quería nadie y los empresarios recurrían a los estudiantes.
Pues prepárate, porque según varios informes se prevé que la temporada estival sea una de las mejores que se recuerda en muchos años. No solamente mejor que el año pasado (que ya fue buena), sino mejor que los años de postcrisis, durante la crisis y precrisis; incluso antes de que la palabra crisis revistiera todo lo que nos rodea.
Esto es debido en gran medida, por no decir toda, a la llegada masiva de turistas que se espera para esta temporada. Principalmente eligen España como destino por varios factores: la oferta de ocio, las playas, el clima y la calidad de los mismos; a esto hay que añadir, la seguridad. Este último factor está siendo determinante en la toma de decisión por parte de los ciudadanos de Reino Unido, Francia y Alemania a la hora de elegir nuestro país como su destino vacacional.
Por sectores, los que se beneficiarán serán la hostelería, el comercio y el transporte. Dentro de estos sectores la demanda de personal aumentará considerablemente en los puestos de camareros, personal de aeropuerto, cocineros y profesionales de atención al cliente. Por tanto, es hora de ponerse las pilas y preparar el currículum o actualizarlo para el verano.
Aunque todas las zonas del territorio se beneficiarán de esta llegada masiva de turistas, hay tres comunidades que se repartirán gran parte del pastel, siendo Cataluña, Islas Baleares e Islas Canarias las que encabecen el ranking. Esto supondrá el aumento de la contratación en un millón de nuevos contratos para la temporada de verano; y, gran parte de ese millón de nuevos contratos, serán ofertados vía Empresas de Trabajo Temporal (EE.TT.). Así que si todavía no estas registrado o registrada en las web de EE.TT, tienes que dedicar un tiempo a ello. Puede marcar la diferencia.
Hay que tener claras las características de este tipo de trabajo, donde una de sus máximas más representativas es la temporalidad; pero una baza a nuestro favor es la poca cualificación para desempeñar los mismos. Esto no quiere decir que cualquier persona valga para ejercer dichas funciones, aunque hay dos factores que influyen a la hora de la contratación:
– Aptitud: dentro de ésta principalmente la experiencia en el puesto y los idiomas.
– Actitud: Esta última juega un papel muy importante a la hora de las entrevistas. Está basada en el estado de ánimo, en cómo resolvemos problemas, situaciones o afrontamos determinadas eventualidades. Es lo primero que ven los demás de nosotros, incluso antes de abrir la boca o de enseñar nuestro currículum. La parte positiva de esta característica es que la podemos modificar a corto plazo. Es, en resumen, “querer hacer cosas y hacerlas bien”.
Si ponemos en una balanza ambos conceptos lo más probable es que la actitud pese mucho más a la hora de contratar a una persona. La lógica es muy sencilla: si una persona tiene actitud se le pueden enseñar las aptitudes que el trabajo requiere. Por tanto, sal del letargo y tírate a la piscina con uno de esos saltos que no son perfectos en sincronización pero en actitud tienen medalla de oro. Por eso te recomendamos que estés preparado antes de tirarte a la piscina.
Tengo muchas ganas de trabajar y ala hora que sea. Gracias